Es políticamente incorrecto creer en la existencia del Club Bilderberg, dudar de que el cambio climático sea generado por el interés de unos pocos hombres. Es políticamente incorrecto denunciar que la vacuna contra la gripe A atenta contra nuestro sistema inmunológico, que Obama no es quien asegura ser y que el núcleo duro de la masonería maneja los hilos del mundo. Es políticamente incorrecto afirmar que la élite de la sociedad global cree en Lucifer. Es políticamente incorrecto pretender vivir libremente en África y es políticamente incorrecto, sobre todo si lo hace una periodista, de hablar de un Periodismo domesticado.
Con un periodismo domesticado, de sueldos bajos y palabra censurada se ha perdido el discernimiento, el equilibrio, la claridad, la valentía, la crítica. Más que gobernados somos desgobernados y parece no importarnos. Hay que desenmascarar a los desalmados bárbaros. No se reacciona contra los causantes de la “crisis económica mundial” porque esperamos que quien ha provocado el problema debe arreglarlo. Pero, ¿cómo será el mundo después de este periodo de “recesión”? ¿Por qué lo han hecho? ¿Qué van a obtener?
Si los bilderbergs se reúnen para conducir a la humanidad hacia el mejor destino posible, si debaten para establecer un mundo legítimo y más justo ¿por qué se reúnen en secreto? ¿Cuál es el motivo que les impide hacer públicas las actas de sus reuniones? Si el club es una reunión de amigos con ideas comunes, ¿cómo es posible que sus recomendaciones e ideas se tornen posteriormente en leyes?
“Solo es noticia aquello que alguien quiere ocultar; lo demás es publicidad”- lord Northcliffe (uno de los principales magnates de la prensa inglesa de principios del siglo XX).
Los medios de comunicación globales se encargan de introducir favorablemente en la opinión pública, y de forma solapada y discreta, las ideas y fines proyectados por los bilderbergs para la consecución de su programa globalizador. Los medios de comunicación son herramientas indispensables para controlar el pensamiento y, como consecuencia inmediata, la acción social.
El objetivo es mantener alejados de la información verdadera a los receptores del mensaje, y para ello manipulan sin escrúpulos la realidad, de acuerdo a sus intereses propios, con el objetivo de influir y modelar el comportamiento colectivo.
Un ejemplo muy presente lo encontramos en la llamada ‘Guerra de Irak’. Para orientar la voluntad de la ciudadanía a favor de la misma, los gobernantes y sus líderes-manipuladores de opinión aseguraron que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva y que era uno de los principales guardianes del terrorismo internacional.
Todos recordamos la foto de las azores con Bush, Blair y Aznar en el encuentro previo a la invasión en Irak. Una foto en la que siempre se nombra a estos tres ex presidentes pero no se nombra a un personaje clave: Durao Barroso, anfitrión del encuentro, que por aquél entonces era Primer Ministro Portugués y que posteriormente pasó a ser Presidente de la Comisión Europea y, ahora, miembro del Steering Commitee de Bilderberg, imperio para el que Barroso lleva trabajando mucho tiempo.
Años después sabemos que todo fue una mentira. Blair llegó a pedir disculpas, cosa que, ni mucho menos ha hecho, por ejemplo, Aznar.
Cuando un líder quiere convencer al pueblo acerca de la necesidad de emprender un proyecto determinado (por ejemplo la Guerra de Irak -defensa contra el terrorismo internacional), lo hace mediante la repetición infinita de un axioma, sea o no cierto. Porque en estos momentos en los que la sociedad se mueve a un ritmo vertiginoso no hace falta demostrarlo, no hay tiempo.
“En marzo de 1917, la gente de P. Morgan reunió a doce de los hombres más relevantes del mundo periodístico, a los que se les hizo seleccionar los periódicos más influyentes de los EEUU y determinar la cantidad necesaria de ellos para controlar la política general de la prensa diaria. Llegaron a la conclusión de que sólo era necesario hacerse con el control de veinticinco de los periódicos más importantes. Se llegó a un acuerdo: se compró la línea editorial de los periódicos, a los que se pagaba mensualmente, y se colocó a un director en cada diario que se encargaba de supervisar y corregir adecuadamente la información sobre militarismo, políticas financieras y otros temas de naturaleza nacional e internacional considerados vitales por los intereses de los compradores”.
Mass medias de todo el mundo capitalista se encargarán de aclamar, cual éxito humanitario, las nuevas propuestas de la ONU, de la Unión Europea o las conquistas de la OTAN entre las páginas de sus gigantes informativos. Para constatarlo solo tienes que echar un vistazo a sus informativos en sus televisiones, escuchar lo que te cuentan en sus programas de radio, en internet y en sus periódicos. Cada día. Cada hora. Cada instante.