Estos días sufrimos la fatalidad de un bombardeo constante y desde distintos frentes de la misma noticia: el ébola. ¿Cuál es la razón para que en todos y cada uno de los medios de comunicación no haya más noticia que esta? ¿Por qué nos están infoxicando?
Que si la culpa es de la enfermera, que si el perro, que si la única preparación de los médicos ha sido una charla de veinte minutos, que si los trajes no eran los adecuados, que si el protocolo… Y así podríamos seguir enumerando un sinfín de temas relacionados con el eje común: el ébola.
La respuesta a esto es relativamente sencilla. En mis obras ya os he contado cómo el periodismo hoy en día se encuentra prisionero, dado que los dueños de los grandes medios de comunicación son los bancos, una banca que también forma parte de las grandes compañías farmacéuticas.
Vamos a centrarnos en España.
Hace poco la revista Mongolia publicaba un informe donde exponía cómo en tiempos de crisis la banca se ha ido posicionando y comprando acciones de los grandes medios de comunicación en España, un informe del que se hace eco, entre otros, Periodista Digital y que de una forma gráfica y muy sencilla, solo haciendo alusión a los más conocidos, podéis ver en la siguiente imagen:
Empezamos por el Grupo Planeta, vinculado con A3Media y, entre otros, el periódico La Razón. En estas empresas, destacamos la presencia del Banco Sabadell; el nexo de unión más conocido entre estos mass media y el banco no es otro que José Manuel Lara Bosh. De esta manera tenéis una respuesta que muchos os hacéis: ¿cómo Paco Marhuenda, ligado aparentemente a la derecha, aparece casi a diario en La Sexta, ligada aparentemente a la izquierda?
Si cambiamos al otro gran grupo televisivo existente en España, Mediaset, vemos en este la participación del Banco Popular y, sobre todo, del Santander, como ya sabéis muy ligado al Club Bilderberg. Tanto que tras él está la banca Rothschild.
Aparentemente Mediaset y A3Media son la cara y la cruz de la moneda. Pero, ¿y si tuvieran un nexo común? ¿Sería posible que estos dos grandes medios tan aparentemente distintos y enfrentados puedan tener intereses en común? Os dejo un nombre, vosotros atad cabos: Carlos Slim.
El Grupo Vocento, cuyo máximo exponente es el periódico ABC, está participado por el BBVA. Parece mentira pero el Santander está directamente interconectado a su aparentemente gran rival, el BBVA.
En la imagen podéis ver más interconexiones, pero quiero detenerme en una: ¿dónde tiene tejida también el Santander su telaraña? Ni más ni menos que en el poderosísimo (y cada vez más arruinado) Grupo Prisa. Id atando cabos: Santander, Ana Patricia Botín, asistente a Bilderberg; Prisa, Juan Luis Cebrián, el encargado por Bilderberg para seleccionar a los invitados españoles a las reuniones anuales.
Y seguimos atando cabos.
Ya hemos llegado, no ha sido difícil, al Club Bilderberg, el que pretende un gobierno mundial a través de la ONU, de la que depende la OMS, organismo que lleva a cabo los protocolos fallidos contra el ébola. Desde las instituciones en el poder se ha hecho diana en la víctima. La que se está organizando es prácticamente por su culpa. ¿Qué el personal sanitario no estaba preparado? ¿Que los equipos de protección no eran los adecuados? ¿Que no tendría que haberse ido de vacaciones? Y así un largo etcétera de causas para que los responsables políticos, como siempre, queden eximidos de sus responsabilidades y sirvan de parapeto a los que realmente están manejando los hilos del poder.
De este modo, debido al bombardeo mediático constante y desde todos los frentes, (que como explico en Perdidos es una de las fases de la III Guerra Mundial), lejos de estar más informado, el ciudadano no sabe a qué atenerse, se siente confundido, se siente perdido. Y de ahí al miedo solo hay un paso, muy corto y breve. De la mentira al miedo solo hay un paso.
En una sociedad democrática la desinformación utiliza tres vías de acción:
1. El silencio: acallar el discurso de los que defienden ideas contrarias, así como los hechos que podrían poner en aprietos a los poderosos.
2. El desprestigio y la ridiculización: cuando un pensador destacado revela una verdad determinante, se le infamia y minimiza para lograr su descrédito, sea en el ámbito político, económico, cultural, científico, periodístico, etc.
3. La negación: negar un acontecimiento veraz, mediante argumentos sólidos (aunque sean disparatados) susceptibles de ser creídos por los ciudadanos aplicando la lógica de los hechos.
El objetivo es mantener alejada la información verdadera de los receptores de los mensajes y para ello manipulan sin escrúpulos la realidad, de acuerdo a sus intereses propios, con el objetivo de influir y modelar el comportamiento colectivo.
Sí, para ellos somos ratones de laboratorio. Pero conocer esto tiene una ventaja: modifica tu comportamiento, haz que sean los directores del laboratorio los que no comprendan nada, los que sean incapaces de explicar por qué haces una cosa y al mismo tiempo la contraria. Que sean ellos los que únicamente se sientan perdidos.