Hoy los escoceses votarán en referéndum si quieren separarse o no del Reino Unido. Ante un hecho geopolítico de esta magnitud, yo me pregunto: ¿Está Bilderberg detrás del desmembramiento de Gran Bretaña, de la independencia de Escocia?
Lo que me lleva a plantear esta cuestión es el conocimiento de un objetivo perseguido por Bilderberg desde hace décadas: desmantelar la Corona y la soberanía británica y forzarla a aceptar el euro.
La dama de hierro. Un ejemplo esclarecedor
– “¿Qué se siente al haber sido denunciada por esos muchachos de Bilderberg?”.
– “Considero un gran honor el hecho de ser denunciada por Bilderberg”.
Esta fue la respuesta de Margaret Thatcher a la pregunta del periodista estadounidense James Tucker, que no dejó pasar la oportunidad al coincidir con ella en un cóctel.
En el año 1975 la Dama de Hierro fue invitada a la reunión anual del Club Bilderberg por el aristócrata y ministro de Hacienda laborista Denis Healey. Durante los dos primeros días, Thatcher no pronunció una sola palabra. Algunos de los presentes comenzaron a quejarse a Healey, pues los invitados tienen que ganarse el privilegio de estar allí. Han sido invitados para hablar; los anfitriones quieren conocer sus ideas e intenciones acerca de los temas que han planteado en la agenda. “El senador Mathias de Maryland se dirigió hacia mí –rememoraba el noble británico– y me dijo: ‘Esa señora que usted ha invitado no ha dicho una palabra, realmente debería decirle algo’. Así que tuve unas tranquilas palabritas con ella en la cena. Se mostró avergonzada. Es obvio que pensó sobre el tema durante la noche porque al día siguiente, repentinamente, se lanzó en un especial Thatcher de tres minutos. No puedo recordar qué contó exactamente, pero el auditorio se quedó atónito Como resultado de ese discurso, David Rockefeller, Henry Kissinger y los otros americanos se enamoraron de ella. La llevaron a la cima de América, la rodearon de limusinas y la presentaron a todo el mundo”1.
Con el tiempo, Bilderberg le ordenó a Thatcher que desmantelara la Corona británica, pero ella dijo que de ningún modo, así que la echaron del club de los iluminados. Los partidarios de la Dama de Hierro acusan a la elitista entidad de haber presionado para conseguir desterrarla por su oposición al euro. Del mismo modo que te eleva a los altares, Bilderberg te hunde en los infiernos.
Paz o poder
Sorpresiva e inesperadamente el año pasado un miembro de Bilderberg habló claro. Unos pocos meses antes de la reunión 2013 en Reino Unido, Tony Blair, se opuso al creciente nacionalismo británico en un artículo en Mail on Sunday argumentando que en la actualidad existe un nuevo motivo para la unión que nada tiene que ver con la paz:
“Estoy de acuerdo también con la defensa de David Cameron (conservador) de por qué Gran Bretaña debe permanecer como miembro de pleno derecho de la Unión Europea. En 2013 hay una nueva razón de ser, que es más fuerte, más clara y más duradera: no la paz, sino el poder”.
El poder, señor Blair, no es una nueva razón de ser sino una motivación tan antigua como el mundo. Los poderosos se alían y enfrentan para conquistarlo o mantenerlo, y el desarrollo de la I Crisis Global revela a la luz pública cómo de cínicos o hipócritas pueden ser los que aseguran que las uniones, los bloques o los clubes elitistas se forman para conquistar la paz.
Las mentiras del Premier
En 1954 se celebró la primera reunión oficial del Club Bilderberg en Holanda para suscribir la mayor alianza del mundo occidental entre los propietarios del dinero, los funcionarios de gobierno, los servicios secretos y militares, el ámbito académico, el de las multinacionales y las comunicaciones, así como la realeza y la aristocracia europea.
En 1993, Tony Blair fue reclutado por el Club como joven promesa y tres años más tarde se convirtió en Primer Ministro. A partir de entonces los parlamentarios británicos comenzaron a cuestionar sus vínculos con Bilderberg. En marzo de 1998, le preguntaron cuántos miembros de su Gobierno habían asistido a reuniones del Club y su respuesta fue tajante: “Ninguno”. Como él mismo formaba parte de su Gobierno, negaba su propia asistencia mintiendo con total impunidad en una cámara democrática. Estaba bien aleccionado por Bilderberg para mantener el secreto de las reuniones.
Al año siguiente, le requirieron el nombre de los ministros y funcionarios que asistirían a la reunión del grupo en Sintra (Portugal) y le pedían que realizara declaraciones al respecto. Esta fue su respuesta:
“Me han dicho que el Grupo Bilderberg suele invitar a un número de personas del gobierno, la política, la industria, las finanzas y la educación de un gran número de países a su conferencia anual. No hay representación oficial del Gobierno del Reino Unido”.
Con su respuesta, Blair aparentaba desconocer de primera mano la naturaleza de los invitados. Pero la apariencia no se correspondía con la verdad. Tampoco le preguntaban si alguno de los ministros y funcionarios que pudiesen asistir lo harían como representantes del Gobierno sino cuáles eran sus nombres. No lograron sacarle una palabra más.
Y de nuevo en el parlamento británico, en 2006, Norman Baker le interrogó acerca de si iba a proporcionar la información solicitada desde 1997 respecto a sus amistades con el distinguido grupo. El Premier volvió a negar con contundencia: “No he asistido a esas reuniones”.
Pero pasó el tiempo y en junio de 2012 el que había mentido en repetidas ocasiones en su propio parlamento recuperó de súbito la memoria ante una pregunta realizada por un periodista de www.wearechange.org
– Reportero: ¿Qué opina del Club Bilderberg?
– Blair: Un grupo muy útil. Recuerdo haberme reunido con ellos en 1993. Es un gran logro que gentes de diferentes partes del mundo se reúnan, así que lo veo como algo bueno.
No logro entender la segunda pregunta, pero sí se advierte que Blair se siente incómodo y apurado, y responde con titubeos:
– Eeeh… sí, bueno… tal vez haya cambiado algo desde que yo fui.
El recorrido de las mentiras suele ser corto y aquí comprobamos como él mismo se delata revelando que había mentido reiteradamente al Parlamento. ¿Cómo podemos fiarnos de políticos, de líderes mundiales que mienten de forma tan impune? ¿Nos dicen la verdad en algún momento?
Desde los años 90, en la Cámara de los Comunes y en la de los Lores se han formulado numerosas preguntas sobre Bilderberg que han quedado sin respuesta o encontraron las evasivas y ambigüedades propias del lenguaje político.
Pero la ambigüedad ya no evita que cada vez veamos con mayor claridad que Bilderberg va a por Europa y que después de su primer asalto al Eurosur (expuesto en Perdidos. Los planes secretos del Club Bilderberg), ahora se lanza a por Gran Bretaña, Alemania y Francia usando todo tipo de artimañas y estrategias, que suelen ser iguales o distintas y adaptadas a las peculiaridades de cada país y tiempo, pero que siempre quedan fuera de la luz pública de los focos de sus mass media.
1El periodista inglés Ron Jon Ronson consiguió estas declaraciones de Denis Healey. Los invitados españoles se han negado a hablar con la prensa, a pesar de mis reiterados intentos. La única excepción es Esperanza Aguirre, cuyas palabras recojo en mi obra anterior, desaparecida del mercado.