Diez años de investigaciones sobre el Club Bilderberg me llevan a una conclusión: estamos inmersos en una guerra mundial, pero no una guerra como las que conocemos y nos han precedido. La Tercera Guerra Mundial es distinta y, además, tiene tres fases. En este artículo hablaré de la primera fase: la guerra sutil y discreta. ¿Te atreves a continuar leyendo?
La realidad de hoy es que el núcleo duro del Club Bilderberg nos ha declarado la guerra a todos. Somos incapaces de reconocer la cantidad de ataques que recibimos a diario desde distintos frentes. El combate es tan sutil que no sabemos ni cómo ni de quién debemos defendernos.
El objetivo de esta guerra sutil y discreta es adiestrarnos negativamente con el fin de deshumanizarnos y convertirnos en esclavos; sus esclavos. Pretenden que todos y cada uno de nosotros sintamos lo mismo ante los temas que llevan a las portadas de sus medios de comunicación de masas.
George Orwell: “Usted imagina que hay algo que se llama naturaleza humana, que será ultrajada por lo que hacemos y que se volverá en contra nuestra. Pero nosotros creamos la naturaleza humana. El hombre es infinitamente maleable”.
Este ataque, esta guerra sutil y sibilina, es lanzado desde varios frentes:
La cultura
Para la antropología, la cultura es aquello a lo que una civilización o sociedad da culto. Hoy los hombres se vuelven hacia el dios dinero. Han extendido la codicia y corrupción a todos los estratos sociales.
En este apartado entraría también la cultura del odio. No todo el mundo ha comprendido aún que generando odio se crean guerras, uno de los negocios más lucrativos de los amos del mundo.
La enseñanza
Un individuo que no sabe no puede ser libre. Quien controla el conocimiento controla el mundo. Por ello desde la ONU se promueve la universalización de la enseñanza.
La ciencia
En sus laboratorios no solo analizan el comportamiento individual sino también el colectivo. Les interesa incidir en las técnicas disuasorias de manipulación individual para cambiar la personalidad de un sujeto cuando se fusiona con la masa. Recuerden que, como dijo Pío Baroja, a una colectividad se la engaña mejor que a un individuo.
El pensamiento único que pretenden instaurar se combate con pensamiento crítico, racionalidad, sentido común. Algo que hoy brilla por su ausencia debido al despiadado ataque desde los medios de comunicación combinado con la injerencia en el plano de la educación.
La comunicación
Malcom X: “Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido”.
Los amos del mundo consideran la publicidad como un arma fundamental para idiotizarnos. No solo nos instan a consumir cosas que no necesitamos, sino también ideas, religiones o pensamientos.
Al gobierno único al que aspira el imperio Bilderberg se le denomina globalización. Así se conoce en sus mass media. Los medios de comunicación son hoy las espadas y lanzas del medievo para agrandar su imperio, bien sea por nuestra adhesión a su ideario o por nuestra inacción.
Hoy día los medios hacen el juego al imperio silenciando a los científicos, economistas, historiadores, etc., que plantean versiones contrarias a la “oficial”.
El trabajo
En este campo tienen dos estrategias:
1. Mantener al ser humano en un continuo estrés laboral, acentuado desde la llegada de la crisis. Ahora trabajamos (los que lo hacen) más horas por menos sueldo.
2. No sobresalir sobre tus compañeros si no quieres sentirte traicionado por ello llegado el momento.
El ocio
Estamos adiestrados al consumismo como ocio. Los fines de semana, los grandes centros comerciales se llenan de consumidores locos por adquirir las últimas tendencias, lo que está de moda.
La manipulación de la historia
Es vital para seguir sembrando desconocimiento y odio. Táctica ya utilizada en los imperios egipcio y romano, donde los logros de los antiguos héroes eran eliminados y sustituidos por las conquistas del nuevo emperador.
El miedo
La mentira institucionalizada, es decir, la mentira como una entidad por sí misma, como un poder, es una forma de violencia, de intimidación. Mediante las mentiras nos asustan, siembran el miedo. Sin engañarnos no podrían controlarnos. Sin mentiras no hay miedo. Por tanto, la mentira es quien sustenta su sistema.
Continuará