La crisis financiera y socioeconómica que hoy sufrimos asaltó nuestras vidas como un ladrón en la noche mientras el mundo dormía plácidamente al regazo de un espejismo de lujos, viajes y casas concedidas mediante créditos bancarios o de ahorros invertidos en bancos de confianza, que prometían enormes lucros sin riesgo alguno. Y de un segundo a otro desapareció el dinero.
La caída de Lehman Brothers, la Spanish Revolution, las revueltas árabes, el asesinato de Gadafi… hasta llegar al actual ISIS. De pronto, como en una de esas figuras formadas con piezas de dominó, la primera ficha había caído y, tras ella, las demás.
¿Existía una mano invisible, férreamente organizada, que había creado una crisis artificial con un objetivo específico e interesado?
“Estamos al borde de una transformación global, todo lo que necesitamos es la correcta gran crisis y las naciones aceptarán el nuevo orden mundial”.[1]
Tras ciento cincuenta años de actividad, el 14 de septiembre de 2008 Lehman Brothers se acogía al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.[2] Ingeniería financiera para unos. Gran estafa para otros.
“Reconocemos que esta es una seria crisis global que requiere una respuesta global”.[3]
Eran las palabras del entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, tras la reunión con los ministros de economía del G7.
El mismo día que se publicó esta información, quince bancos de los EEUU ya habían sido nacionalizados. El dinero de los ciudadanos estadounidenses se utilizó para rescatar a los bancos, mientras perdían sus casas por culpa, supuestamente, de las hipotecas subprime.
En un momento tan crítico nadie hallaba explicación a lo que sucedía. O más bien todos coincidían en culpar a los mercados. Pero, ¿quiénes son los mercados? ¿Son entes indeterminados? ¿O son entes en los que trabajan personas que están al mando de otras personas?
¿Cómo se había creado la crisis?
Imagina un mercado de abastos en el que todos los comerciantes acuerdan unas leyes para el buen funcionamiento del mismo. Pero uno de los mercaderes cree ser más listo que los demás y para ganar más dinero tiene que saltarse dichas leyes. ¿Qué hace? Aliarse con otro mercader al que le intuye su misma codicia, o le lava el cerebro prometiéndole pingües beneficios, comenzando así las trampas. Primero asaltan el camión que suministra el pan a todos los mercaderes, evitando que llegue a los clientes, y crean otro mercado donde venderlo. Aprovechando la necesitad de las personas de consumir pan y, ante los rumores de escasez del mismo, aumentan su precio. Lo que viene llamándose especulación.
¿Dónde estaba nuestro dinero?
No todo el mundo sabe que el dinero es una mercancía, así que la pregunta era clara: ¿Dónde estaba el dinero que desapareció de la noche a la mañana? ¿Quién y por qué había retirado del mercado esa mercancía? ¿En manos de quién estaba?
En plena crisis y desde Europa, una vez firmado el Tratado de Lisboa, llegaban las peticiones de recortes y se instaba a la desaparición de entidades y burocracias nacionales en favor de nuevas entidades y cargos en la Unión Europea. No había dinero para los cargos públicos en los países pero sí para los del supraestado europeo. En plena crisis se nombra a Van Rompuy como Presidente del Consejo Europeo (sin que los ciudadanos, sin que ni tú ni yo lo hayamos votado). Un Van Rompuy que llega con tres secretarias, asesores, jefe de gabinete… En plena crisis nos robaban nuestro dinero para construir Europa. Su Europa.
Desde la II Guerra Mundial no se han producido grandes conflictos militares en Europa. Si no hay guerra, no hay beneficios económicos. No en vano, la guerra es uno de los negocios más lucrativos del mundo. De tal forma que el clásico modelo de guerra se ha sustituido por otra: la guerra financiera.
En plena crisis, en el año 2010 se crea en Europa la troika (formada por el BCE, el FMI y la Comisión Europea), que intervino la soberanía de los países. A cambio de ayuda económica obligaba a los países a recortar gastos en educación, sanidad, prestaciones sociales, desempleo… y así un largo etcétera.
El ejemplo más claro lo tenemos en el país natal de la reina Sofía: Grecia.
En 2009 Yorgos Papandreu ganaba las elecciones y hacía públicas que las cifras de déficit público y de deuda del anterior gobierno estaban falseadas. Una de las entidades eternamente presentes en Bilderberg había amañado las cuentas; me refiero a Goldman Sachs. El déficit superaba ampliamente el 12 % y la deuda era superior al 113 % del PIB. A partir de entonces, la Comisión Europea acuerda el rescate griego a cambio de una rebaja en los salarios, al principio, acompañada de recortes en el gasto público y subida de los impuestos, retraso en cinco años de la edad de jubilación, etc. Sin embargo Grecia parecía no remontar, por lo que fue necesario un segundo rescate, acompañado, como no, de más y más recortes. A todo esto hay que unirle la escandalosa subida del desempleo, que pasaba de ser de cifras muy inferiores al 10 %, a la cifra actual, superior al 27 %. A estas cifras le acompaña otra: el aumento del número de pobres. Hoy un tercio de la población griega es pobre.
El laboratorio griego
Grecia se convierte en un laboratorio. ¿Cuál sería el nivel de aguante de los griegos? Pues aún tendrían que soportar algo más, una acción creada directamente en el seno de Bilderberg y que se convirtió en una grave burla a su democracia, quizá la mayor de todas: la imposición de Lukás Papademos como Primer Ministro sin pasar por las urnas. Fue la estrategia para aprobar el segundo rescate al que el pueblo se negaba. A principios de noviembre de 2011, el que fuera vicepresidente del BCE bajo el mandato del Bilderberg y Trilateral Jean-Claude Trichet (actualmente es el presidente europeo de la Trilateral) se puso al mando de un gobierno tecnócrata al servicio de la Troika.
Ante el simple rumor de que Papadimos podía sustituir al entonces primer ministro, las bolsas europeas reaccionaron con subidas generalizadas en sus índices [4]. Esta subida también estuvo sustentada en la posibilidad de la inminente dimisión de Silvio Berlusconi como jefe del gabinete italiano. Y lo significativo fue que «Il Cavaliere» sería sustituido por un miembro del Comité Directivo de Bilderberg, Mario Monti. Tampoco él fue elegido en las urnas. Fueron dos gobiernos “tecnócratas” puestos a dedo por Bilderberg y no por el pueblo, para salvar los intereses de sus políticas de austeridad. ¿Dónde estaba la democracia?
[Tweet «BILDERBERG COLOCÓ A UNO DE SUS HOMBRES AL FRENTE DEL GOBIERNO GRIEGO PARA OBLIGAR AL PAÍS A CUMPLIR SUS PLANES»]
Esto ha desembocado en lo ocurrido justo tres antes de las elecciones griegas de esta semana, cuando se postulaba como vencedor el partido Syriza. Desde la Unión Europea, utilizando una vez más la táctica del miedo, se amenazaba con dejar de proporcionar “ayuda” a Grecia y dejarla caer y, si fuera necesario, se llegaría a la salida de Grecia del euro, si no se votaba a los partidos que ellos querían.
Sin embargo, vistas las encuestas previas a las elecciones griegas y, conociendo lo que al final ha sucedido -la victoria de Syriza-, Bilderberg ordenó al BCE a darle a la máquina de hacer dinero, con lo cual, dentro de poco es posible que tengamos que marcar en el calendario el 22 de enero de 2015 como fecha en el que se inició el fin de la primera crisis global.
Si Grecia fue el problema, Grecia aportó el fin de la crisis. La verdadera solución es expulsar a Bilderberg del sistema democrático. Es un virus que lo enferma.
¿Cuál es la conexión entre Podemos y Bilderberg? | laRepublica.es
[…] está, flamante y provocador el Gobierno mundial por el que trabaja Bilderberg. En la primera de las «115 propuestas concretas» que aparecen en […]
Mónica
¡Genial el análisis del origen y parece final de la gran crisis! No siempre les salen las cosas como quieren a estos Bilderberg, aunque siempre tendrán un plan B. Tienen adicción al poder y no les importará aplastar a quien sea para mantenerse en él. Pero… me quedo con la gran frase de Perdidos: «La verdadera revolución está en su interior».
Marga
Eso que dices es falso: Rothschild no ha comprado Charli Hebdo. Éditions Rotative es la propietaria de la publicación satírica.
victoria
Hago una corrección ,por error puse «Liberté» en lugar de «Libération»
weedjee
Sin duda es evidente que el virus que enferma todo es Bildelberg y sus secuaces bacilos que apenas se notan pero que van infectado el tejido de todo aquello que tocan y el laboratorio griego ha sido algo evidente, el problema es que seguirán más, oír a De Guindos es acojonante, un tipo de Lehmann Bro a ministro de economía, viva la especulación, la democracia solo se puede consolidar como bien dices eliminando a esta gente de nuestro punto de mira. Creando conciencia muy bien Cristina.
victoria
Que Grecia era y es campo de experimentación estaba más claro que el agua….. y la caida de Lehman /Brothers. también.Podría haber arrastrado a un pais o a varios o a un continente, pero…… a TODO el sistema financiero MUNDIAL,…..blanco y en botella, máxime conociendo a los protagonistas (gracias a informaciones como las tuyas).
Ayer me enteré que Rothschild había comprado el periódico de «Charli» dias antes del atentado y también…. !Liberté!
¿Y ahora qué?
No tengo tweet y no puedo seguir tu artículo.