¿Por qué mi profesión, el periodismo, es la segunda peor valorada por los españoles? ¿Están los medios de comunicación y el periodismo al servicio de Bilderberg y su imperio? Días como el de hoy te acercas al kiosco, te conectas a los diarios digitales y encuentras la respuesta.
Desde pequeña soy curiosa. Desde pequeña me hago preguntas. Desde pequeña sé que quería ser periodista. Periodista, no una persona dedicada al entretenimiento de masas.
Recojo en la página 157 de Perdidos un fragmento de aquel memorable discurso de John F. Kennedy del 27 de abril de 1961 ante la American Newspaper Publishers Association, que dice así:
“Sin debate, sin crítica, ninguna Administración ni país pueden tener éxito y ninguna república puede sobrevivir. […] Y es por ello que nuestra prensa fue protegida por la Primera Enmienda, el único oficio en Estados Unidos protegido específicamente por la Constitución, no precisamente para divertir y entretener, no para acentuar lo trivial y lo sentimental, no para dar simplemente al público lo que desea, pero sí para informar, despertar, reflejar, para indicar nuestros peligros y nuestras oportunidades, para indicar nuestras crisis y nuestras opciones, para conducir, moldear, educar y alguna vez, incluso, encolerizar a la opinión pública […]. Y por tanto, es en la prensa, la registradora de los hechos del hombre, la guardiana de su conciencia, la mensajera de sus noticias, en la que buscamos fuerza y ayuda, seguros de que con su ayuda el hombre será lo que nació para ser: libre e independiente”.
Seis millones de parados, corrupciones día sí día también, engaños, mentiras, guerras. Noticias importantes para ejercer el periodismo las hay a montones, sin embargo, me embarga la tristeza cuando me acerco al periódico y la noticia que abre portadas es un partido de fútbol. Y no en periódicos deportivos, que se sobreentiende. En periódicos generalistas, en mass media.
Y la estupefacción me invade cuando en periódicos provinciales, de ciudades que aparentemente nada tienen que ver con dicho equipo, también abren con esa noticia.
“Si una publicidad televisiva se dirige a una persona tratándola como si tuviese doce años de edad, entonces, en razón de la sugestión, el consumidor potencial tendrá, con una cierta probabilidad, una respuesta o una reacción tan desprovista de sentido crítico como la de un niño de doce años”.
Según señalo en la página 154 de Perdidos, concretamente en el Capítulo dedicado a la III Guerra Mundial. La frase “III Guerra Mundial” fue trendig topic el 24 de abril, que casualmente fue el 40 aniversario de la Revolución de los Claveles y, como sabéis, el día que di mi conferencia en Lugo. Nada es casual; como dijo Víctor Hugo “la casualidad es el plato que sirven los bribones para que se lo coman los necios”.
El artículo 20 de la Constitución española de 1978 reconoce y protege el derecho de todos los españoles a recibir información veraz.
Artículo 20.1.d: se reconocen y protegen los derechos a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
Sin embargo, este derecho no se está cumpliendo y nuestro Estado, nuestros gobernantes no lo protegen. Mientras sigan existiendo reuniones secretas en las que nuestros representantes intercambien y reciban una información que necesitamos conocer, una información esencial para que los ciudadanos de cualquier comunidad puedan acudir a las urnas libremente, sin condicionamientos ni noticias interesadas, no habrá democracia. Así que cada uno de nosotros no podemos conformarnos con lo que los medios de masas dirigidos por los amos del mundo quieran contarnos, como un niño de doce años que se conforma con una chocolatina. Debemos ir más allá. Leer, aprender, buscar aquí y allá, críticas y análisis, lo bueno y lo malo, y encontrar la verdad, la auténtica verdad, y rechazar la “verdad” fabricada en los laboratorios de marketing, esa que nos venden día a día en sus medios de comunicación los amos del mundo.
Si quieres estar más informado sobre estos temas te invito a descargar gratis el primer capítulo de “Perdidos, ¿quién maneja los hilos del poder? Los planes secretos del Club Bilderberg”. Y si tu interés se acrecienta también puedes comprar Perdidos.
Besos.
Cristina Martín Jiménez
lacondiciondeespectador
el opio del pueblo
sergio
ojala hubiera muchos periodistas y mucha gente como tu.
el mundo seria diferente o por lo menos algo mejor.
gracias cristina
Cristina Martín Jiménez
Con gente como tú seguro que nos iría a todos mucho mejor. Gracias Sergio.
Raquel Pérez López
Es la forma q tiene de mantener al rebaño ocupado, distraído. …
Cristina Martín Jiménez
Gracias Raquel, corazón de sueños.