La crisis la planificó Bilderberg y toda su red de colaboradores

´La crisis la planificó Bilderberg y su red de colaboradores´

Este es el titular de la noticia en El Correo de Zamora y demás periódicos del grupo Editorial Prensa Ibérica del 24 de este mes con el cual me presentaron de cara a sus usuarios con los que tuve un chat en directo. 

En el chat contesté preguntas del tipo:

¿Cómo es posible que se sepa que este club se dedica a ello y toma decisiones de tal magnitud si nadie ha sido capaz de filtrarse ni se ha filtrado nunca nada?

Desde hace más de cincuenta años, este «Club» que como sabes son los amos del mundo, han quitado y puesto gobiernos a su beneficio. ¿Hicieron lo mismo en España para quitar a Aznar y poner a Zapatero con el 11-M?

Club Bilderberg, Opus dei y FAES ¿relaciones estrechas? ¿O directas?

¿Como podemos pararlos?

¿Podemos hacer algo las personas para mejorar y hacer de este planeta nuestro mundo, el de todos?

Las respuestas a estas y más preguntas podrás encontrarlas en el chat.

Si quieres estar más informado sobre estos temas te invito a descargar gratis el primer capítulo de “Perdidos, ¿quién maneja los hilos del poder? Los planes secretos del Club Bilderberg”. Y si tu interés se acrecienta también puedes comprar Perdidos.

 

El Club Bilderberg gran teatro donde se ha creado la crisis mundial y europea

El gran teatro de la crisis mundial

¿Es la crisis mundial que vivimos un gran teatro construido para amasar más poder y fortuna? Tras más de una década de investigaciones y análisis mi respuesta es afirmativa.

Si eres de mi tierra, de Andalucía, si nos trasladamos a los meses de enero y febrero escuchar hablar del gran teatro es trasladarte inmediatamente a Cádiz, al Gran Teatro Falla: cuartetos, coros, comparsas, chirigotas y fiesta hacen las delicias del personal.

Si eres de los que le gusta el teatro clásico, quizá si escuchas hablar del gran teatro tu mente se transporte a la obra de Calderón de la Barca titulada «El gran teatro del mundo», donde el autor imagina al mundo como si fuese un gran teatro y transmite la idea de que solo a través de la muerte se llega a la verdadera vida.

Hoy se produce la puesta en escena del gran teatro del mundo, del gran teatro de la crisis creada por Bilderberg.

Dos años hace ya cuando me referí de esta manera en Russia Today a la situación en la que entonces vivíamos, de la que todavía algunos eran escépticos y de la que hoy podemos ver los resultados.

 

Estamos asistiendo a un gran teatro, a una gran puesta en escena en la que diferentes presidentes y dirigentes de diversas instituciones están alarmando a la población europea para conseguir nuestra sumisión para que asumamos ese gobierno mundial que realmente es una pantomima. – Cristina Marín Jiménez

 

Quiero recordaros, especialmente hoy, día en que comienza la reunión del Club Bilderberg, que ver cuatro notas en algunos periódicos o unos minutos en algún programa de televisión en los diferentes medios masivos que ellos mismos manejan y de la que son accionistas, eso no es conocer a Bilderberg.

Seis décadas después no se ha producido un planteamiento serio del tema en nuestras instituciones. Seis décadas después no ha habido un solo debate serio en la televisión.

Por ello trabajo, como periodista, en busca de la verdad, para que seas tú quien decida qué y cómo puedes hacer a través de tu propia libertad individual.

Elecciones europeas. El poder en manos del Club Bilderberg

Elecciones europeas. El poder en manos de Bilderberg

Los sucesos de Ucrania y Crimea están revelando a quienes aún no se habían atrevido a abrir los ojos, la verdadera naturaleza del mundo: conquistar, mantener y expandir el poder a costa de lo que sea.

Por estas elevadas causas se forman bloques, como la Unión Europea, y grupos secretos. El más famoso y elitista de todos es el club Bilderberg, al que investigo desde hace una década y considero el grupo secreto más conocido del mundo. Portavoces oficiales y oficiosos de ambas entidades se han empeñado en defender que estas uniones nacieron por una noble aspiración: la paz.

Por ejemplo, el aristócrata y bilderberg Denis Healey, ex ministro de Economía y de Defensa del Reino Unido, realizó unas reveladoras declaraciones al periodista inglés Jonh Ronson donde promocionaba esta idea de paz: “Decir que nos esforzábamos por establecer un único gobierno en el mundo es exagerado, pero no es enteramente incierto. Nosotros, en Bilderberg, sentíamos que no podíamos continuar luchando el uno contra el otro para siempre y matar a la gente y dejar a millones de personas sin hogar. Así que pensamos que una sola comunidad en todo el mundo sería una buena cosa”.

Otra muestra de esta loable aspiración pacifista la encontramos en las declaraciones del presidente de la Comisión Europea, el también bilderberg Durao Barroso, quien, en vísperas de la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz a la UE, exclamó: “Este premio es un reconocimiento justo de ese magnífico proyecto de paz que es la Unión Europea”.

Cualquiera que conozca solo un poco su historia sabrá que la Unión Europea nació como un mercado y no como un proyecto de paz, pero quienes mueven los hilos del poder aprovechan cualquier ocasión para hacer propaganda de sus creaciones y, desde el punto de vista del marketing, la paz siempre es más estética que el dinero. Pero no. La paz nunca fue ni será el fin último de una alianza geopolítica; el objetivo de estas coaliciones es el poder.

[Tweet «Sé que es un secreto porque todo el mundo habla de él – Howard Phillips Lovecraft»]

Paz o poder

Tan acostumbrados estamos a sus ambigüedades, silencios y falacias que nos sorprende que un político ose llegar tan lejos como Tony Blair, el candidato vencido a presidir el Consejo Europeo y miembro del imperio bilderberg, quien se ha expresado de una forma pasmosamente clara. Uno de los efectos de esta crisis es el auge del nacionalismo en todos los países europeos, pues son muchos quienes consideran a la UE el gran enemigo de las soberanías. Unos pocos meses antes de la reunión anual de Bilderberg 2013 en Reino Unido, el ex Premier (laborista) se opusó al creciente nacionalismo británico argumentando en un artículo en Mail on Sunday que ahora existe un nuevo motivo para la unión que nada tiene que ver con la paz: “Estoy de acuerdo también con la defensa de David Cameron (conservador) de por qué Gran Bretaña debe permanecer como miembro de pleno derecho de la Unión Europea. En 2013 hay una nueva razón de ser, que es más fuerte, más clara y más duradera: no la paz, sino el poder”.

Ahí lo tienen clara e inesperadamente expresado por boca de alguien que sabe de lo que habla, de alguien que trabaja y pertenece a los núcleos del poder. Siento contradecirle, señor Blair, pero el poder no es una nueva razón de ser sino una motivación tan vieja como el mundo. Siempre, señor Blair, siempre se trató del poder. El mundo se mueve para conquistarlo o para mantenerlo, y los sucesos de Ucrania y Crimea están revelando a la luz pública cómo de cínicos o hipócritas pueden ser los que aseguran que las uniones, los bloques o los clubes elitistas se forman para conquistar la paz. Es bueno que alguna vez un miembro del olimpo del poder hable claro porque pone en evidencia a aquellos paniaguados y sofistas que se empeñan en convencernos de que trabajan y se unen por el bien del planeta en vez de por el suyo propio.

Primera reunión oficial del Club Bilderberg

Primera reunión oficial del Club Bilderberg

Las mentiras del Premier

En 1954 se celebró la primera reunión oficial del Club Bilderberg en Holanda con la intención de suscribir la mayor alianza del mundo occidental entre los propietarios del dinero, los funcionarios y presidentes de gobierno, los servicios secretos y militares, el ámbito académico, el de las multinacionales y las comunicaciones, así como la realeza y la aristocracia europea. Desde entonces han celebrado reuniones en Europa, EEUU, Canadá y Turquía preservando su secreto hasta que en 2007 decidieron mostrarse al mundo siguiendo uno de sus axiomas predilectos: si usted aparenta poder, la gente enseguida se lo concede.

Unos años antes, en 1993, Tony Blair fue reclutado por el Club Bilderberg, que suele fijarse en jóvenes promesas para lanzar sus carreras al estrellato a cambio de que presten sus servicios a los objetivos de la distinguida entidad. El primer encuentro con la elite no fue nada mal, así que un año después se convirtió en el presidente del Partido Laborista y tres años más tarde en Primer Ministro.

A partir de entonces los parlamentarios británicos comenzaron a cuestionar sus vínculos con Bilderberg. En marzo de 1998, le preguntaron cuántos miembros de su Gobierno habían asistido a reuniones del Club y su respuesta fue tajante: “Ninguno”. Como él mismo formaba parte de su Gobierno, negaba su propia asistencia mintiendo con total impunidad en una cámara democrática. Estaba bien aleccionado por Bilderberg para mantener el secreto de las reuniones.

Al año siguiente, le requirieron el nombre de los ministros y funcionarios que asistirían a la reunión del grupo en Sintra (Portugal) y le pedían que realizara declaraciones al respecto. Esta fue su respuesta: “Me han dicho que el Grupo Bilderberg suele invitar a un número de personas del gobierno, la política, la industria, las finanzas y la educación de un gran número de países a su conferencia anual. No hay representación oficial del Gobierno del Reino Unido”. “Me han dicho”, respondió Blair como si él no conociera de primera mano la naturaleza de los invitados. Tampoco le preguntaban si alguno de los ministros y funcionarios que pudiesen asistir lo harían como representantes del Gobierno sino cuáles eran sus nombres. Pero no lograron sacarle una palabra más.

Y de nuevo en el parlamento británico, en 2006, Norman Baker le interrogó acerca de si iba a proporcionar la información solicitada desde 1997 respecto a sus amistades con el distinguido grupo. El Premier volvió a negar con contundencia: “No he asistido a esas reuniones”.

Pero en junio de 2012, el que había mentido en repetidas ocasiones en su propio parlamento recuperó de súbito la memoria ante una pregunta realizada por un periodista de www.wearechange.org

–        Reportero: ¿Qué opina del Club Bilderberg?

–        Blair: Un grupo muy útil. Recuerdo haberme reunido con ellos en 1993. Es un gran logro que gentes de diferentes partes del mundo se reúnan, así que lo veo como algo bueno.

No logro entender la segunda pregunta, pero sí se advierte que Blair se siente un tanto incómodo y apurado y responde con titubeos:

–        Eeeh… sí, bueno… tal vez haya cambiado algo desde que yo fui.

Sus respuestas delataron que había mentido reiteradamente al Parlamento. ¿Cómo podemos fiarnos de políticos, de líderes mundiales que mienten de forma tan impune? ¿Nos dicen la verdad en algún momento?

Desde los años 90, en la Cámara de los Comunes y en la de los Lores se han formulado numerosas preguntas sobre Bilderberg que han quedado sin respuesta o encontraron las evasivas y ambigüedades propias del lenguaje político. En España se han enunciado tres, pese a que los tuvimos reunidos en Sitges en 2010. Los parlamentarios de la UE también han cuestionado incontables veces a la polémica entidad y a sus asistentes, como el ex ministro Pedro Solbes, Romano Prodi, Mario Monti o el presidente del Consejo Europeo Van Rompuy obteniendo idéntico resultado.

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Este domingo se celebran elecciones europeas y dice la propaganda electoral que el poder lo tenemos nosotros. Lo tenemos. Tenemos el poder de reaccionar porque ahora mismo el poder está en otras manos, en las manos de Bilderberg.

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La crisis es una escuela. Rebélate y abre la puerta

Dijo un hábil estadista, de cuyo nombre no puedo acordarme, que la crisis es 50% desastre, 50% oportunidad y sé que muchos de vosotros os estáis percatando de ello porque me lo contáis y por mis observaciones periodísticas.

Conversaba el viernes a las tres de la madrugada con uno de mis mejores amigos.

– ¿Sabes? Me he dado cuenta de algo –me dijo emocionado–. Vivíamos en un mundo material, donde más que faltarnos, nos sobraba de todo, comprábamos más de lo que necesitábamos y de repente… ¡plash! ¡El mundo se va al carajo! Bueno, pues aunque a mí, como a miles de personas, me está costando adaptarme a este nueve escenario, en este camino de asimilación estoy aprendiendo mucho. Ahora valoro otras cosas y soy capaz de ver lo que antes estaba ante mis ojos y no veía. Por ejemplo, como no tengo tanto dinero como antes, me quedo en casa y disfruto de mi mujer y de mi hija como nunca lo había hecho. Esta crisis nos ha unido y nos permite tener tiempo para pasarnos horas y horas conversando… Y me he dado cuenta de algo: es tan necesario comunicarse…

Otro ejemplo. Esta mañana, mientras desayunaba, puse el oído para escuchar la conversación que sucedía junto a mi mesa entre dos amigos. Uno le decía al otro:

– Yo doy gracias a la crisis y rezo todos los días a Dios para que dure mucho.

Mi cara de asombro no era muy distinta a la del receptor del mensaje. Si el que hablaba aún no había enloquecido, le quedaba muy poco.

– Sí –continuó el narrador de este relato intrigante–, no me mires así. Debido a la crisis, mi hijo ha perdido el trabajo y se ha instalado en mi casa con su mujer.

Lo que también se había instalado era la estupefacción mi rostro y en el de su amigo, algo que el narrador no pasó por alto.

– Te explico antes de que llames a alguien para que me encierren en el manicomio. Con ellos ha llegado un ser maravilloso: mi nieto, al que sólo había visto dos veces en mi vida, ya que vivían en Alicante. Esto es lo mejor que me ha pasado en muchos años.

 

 

 

Siguió explicándole que con su pensión y la de su mujer, ayudaban a los nuevos inquilinos.

– Volvemos a ser una familia de verdad, una familia como las de antes. Estamos unidos y juntos superamos las adversidades. Jamás pensé que esta crisis pudiera traer algo bueno, por ello rezo todos los días, y que Dios me perdone, para que no acabe o, al menos, que dure muchos años.

Ambas historias me remitieron a una frase muy sabia, la que oí de boca de Guillén, uno de los protagonistas del documental que grabé el verano pasado en Cuba. Él sufría otro tipo de crisis y al final de la entrevista que le hice me dijo: “La enfermedad es una escuela… Sí, porque aquí, en Cuba (como en todas partes, añado yo), tienes siempre gente para ir a tomar (beber), para ir de fiesta… Pero el cáncer me ha enseñado quiénes me quieren de verdad”. Su mujer le abandonó argumentando que el trabajo no le permitía atenderlo y son muy pocos los amigos que lo visitan de vez en cuando. Sólo tiene a su hermana, que lo dejó todo para establecerse en su casa y cuidarlo. La enfermedad le enseñó una verdad: que no todos los que parecían amigos lo eran. Y además, le trajo un regalo inesperado: una hermana con la que por circunstancias de la vida no mantenía relación desde hacía años. A ella le pregunté si no le resultaba demasiado sacrificado ocuparse de Guillén: “En absoluto. Mis hijos ya son mayores y no me necesitan. Yo estaba sola y cuidarlo le ha dado un sentido a mi vida”. La cuestión es que se necesitaban mutuamente y sin duda alguna, quien da, recibe más de lo entregado.

Ya veis, alguien dijo que la crisis es 50% oportunidad. Pero, para algunos, es 100 por 100 cambio. Ahora que oímos quejas por doquier, realicemos un acto de rebeldía y aferrémonos a la oportunidad. Abramos las puertas de la mente y miremos lo que antes no veíamos a pesar de que estaba frente a nuestras narices.

 

Fuente imagen cabecera: www.fotocommunity.es