‘Los planes secretos del Club Bilderberg para España’ es mi quinta obra y hoy, por fin, ya está en las librerías. Esta vez centrada en Bilderberg en España. ¿Quieres saber cómo comienza? En este artículo podrás leer el prólogo de la obra de manera literal. Gracias por estar ahí.
Europa es hoy el laboratorio del posible gobierno mundial. Y este laboratorio se ha cebado con los países del Eurosur: Italia, Portugal, Grecia y España. Además de Chipre e Irlanda. De todos ellos, el alumno más aventajado es España. Italia es el pupilo rebelde, que se niega a seguir el modelo de «éxito» de España. Grecia es más rebelde aún, y mandó a paseo a Bilderberg. Portugal también va haciendo los deberes, al tiempo que un juez independiente trabaja para sanear el patio. A Chipre le tocó en suerte sufrir el experimento del corralito argentino y, al igual que Irlanda, sigue en silencio las directrices marcadas.
Se trata de un nuevo laboratorio para ver qué ocurre ahora y trasladar los resultados de este experimento al campo global, a todo el planeta. «Tendremos un gobierno mundial, guste o no guste. Solo falta saber si lo alcanzaremos por consenso o imponiéndolo por la fuerza», exclamó el banquero James Paul Warburg.
Pero, claro, la trampa estriba en que los experimentos que se realizan en laboratorios están controlados, con muy poco margen para introducir virus que puedan descontrolar y hacer fracasar los resultados esperados.
A lo largo de las siguientes páginas van a comprobar el paralelismo existente entre la coronación de Juan Carlos I y Felipe VI, concluyendo que los «tiempos nuevos» en realidad son tan antiguos como el mundo. El otro paralelismo se da entre Felipe González y Pablo Iglesias, salvando las distancias.
Aquel joven y vigoroso sevillano que arrancaba las más bajas pasiones femeninas al grito de «Felipe, capullo, queremos un hijo tuyo», era el Prometeo que arrebataría el fuego a los dioses de la «oligarquía» para entregárselo al «pueblo». El Prometeo Iglesias se lo va a arrebatar a la «casta» para entregárselo a la «gente».
Pero ni entonces ganó el pueblo ni ahora va a ganar la gente. Felipe González desmanteló el tejido industrial español porque, como veremos, «una España fuerte es peligrosa». La desaparición de los altos hornos de Bilbao y Sagunto mermó significativamente la fuerza arrolladora de la nación. Lo que hará Iglesias permanece en las cuevas del misterio.
El Club Bilderberg había declarado la guerra a España. Corría el año 1968. La confusión de hoy es producto de los secretos y los claroscuros del pasado…