Julio Cabanillas

«Tu libro me ha abierto los ojos a una nueva realidad de la que antes no era consciente: que estamos hasta cierto punto gobernados por psicópatas. Es necesario que tu libro lo lea más gente. Nunca me ha quedado más claro cómo nos mienten, cómo crean crisis de todo tipo y cómo nos manipulan para salirse siempre con la suya, a través de la guerra en todos los frentes.

También creo yo que conecta con la tesis de Einstein tras la 2ª Guerra Mundial: la única esperanza de no morir en una guerra termonuclear sería que esta no tuviera sentido: dentro de un único gobierno mundial. Que pena que esta tesis no se siguiera, habida cuenta de la sospechosa muerte de Samantha Reed Smith a los trece años, la niña que pudo haber acabado al mundo de la guerra fría con su idea de intercambiar familias de altas esferas entre los EEUU y la URSS para evitar el conflicto.

Aunque a veces parece estremecedor lo que se expone, también acaba siendo un relato de esperanza: si estas personas han conseguido hacer tanto mal, a pesar de tener unas capacidades mentales mundanas ¡Cuánto bien podemos conseguir nosotros si nos coordinamos tan bien como ellos! Eso me recuerda algo que dijo Martin Luther King»:

Aquellos que aman la paz deben organizarse tan bien como aquellos que aman la guerra.

Francisco Navarro Fernández

«Te mereces todo mi respeto y admiración. Toda nuestra gratitud por tu lucha por la verdad, por desenmascararnos a los que nos manejan, gobiernan y oprimen, desde la impunidad, el anonimato y la más absoluta obscenidad social.

Dios te bendiga, guapísima. Ojalá todos los hombres fuésemos tan valientes como las mujeres, y concretamente, como las mujeres como tú».

MaKtub Ponce Vigo

«Me ha gustado mucho tu libro. Mucho, porque además de información también tiene corazón. Ojalá lo lean muchas personas».

Paco Simó

«Trabajos, libros como ‘Perdidos de Cristina Martín’ ayudan a encontrarnos, a reencontrarnos, a hacer que seamos ‘outsiders, locas, salvajes, inadaptadas’, y que se vayan sumando más personas al ‘Club de la Libertad’. Porque somos libres, porque sabemos y entendemos lo que pasa. Todo con ‘alegría que no es resignación sino una magna forma de resistencia, de lucha, de ataque’….».

Mónica Gómez

«Perdidos nos da la información para dejar de actuar como borregos. Creo que después de descubrir toda esta información que, en el fondo, todos sabemos pero nadie le ha puesto nombre, te ayuda a actuar y a sentir diferentemente en esta sociedad disfuncional. Me encanta tu libro. Aprovecho para agradecerte tu trabajo, Cristina».

Juan Quevedo

«Estoy por leérmelo otra vez, gracias por informarnos de lo que ocurre detrás del telón, mucho ánimo y fuerza».

Pablo Accept

«Hola Cristina. Aunque no haya mandado una foto para tu álbum, decirte que me ha gustado mucho el libro, he regalado otro a alguien y también le está gustando por lo que me cuenta. Me hierve la sangre por muchas cosas que se cuentan en el libro… pero lo de una “posible guerra” es lo que me ha dejado de una pieza. ¡¡¡Enhorabuena y adelante!!! Saludos desde el Norte».

Marc Farrás

«Mi más sincera felicitación por esta obra maestra que todo el mundo debería leer. Me ha emocionado mucho ver que no estoy sólo en este Matrix que nos han montado, en esta obra teatral donde te cuentan tu papel pero al final acabas siendo una marioneta del poder».

Paloma  Jiménez Arellano

«Acabé tu libro, Cristina. Esclarecedor , escrito con honestidad y una ternura que en su final me ha conmovido. Sanidad mental y valentía, del que piensa por si mismo y busca le verdad y los datos correctos .

En el último capitulo del libro, donde aportas soluciones y las ganas de ayudar, transmiten la tranquilidad que necesitamos para no dejarnos que esta panda de carroñosos y buitres puedan quitarnos nuestra libertad . Mi enhorabuena por tu libro, Cristina, por estar ahí, por ser valiente y, sobre todo, por ser tú misma».

Francisco Leal García

«Hola Cristina.

Hace ya unos pocos días que acabe de leer tu espléndido libro, Perdidos.

El paso del tiempo ha hecho madurar aún más las ideas de tu libro en mi interior. Las cosas buenas mejoran con el tiempo como el buen vino tinto.

Cuando leí el primer capítulo adelantado antes de la presentación, ya intuí con bastante acierto lo que me podía esperar. He de reconocer que me quedé corto en mis presunciones, pues tus ideas e investigaciones son incluso mejores de lo que me pudiese esperar. Has superado ampliamente mis expectativas y me has sorprendido gratamente en lo que no esperaba.

Llevo ya tiempo siguiéndote, aunque tengo que decir que no había leído ninguno de tus libros anteriores. Buceé en la red investigando sobre ti, pues tocas un tema que me interesa mucho; he leído, oído y visto todo lo que he encontrado.
Ya tenía buena impresión hacia tu persona, al seguirte en tu página web y sobre todo por lo que te he seguido en el “caralibro”. Tus comentarios, tus respuestas, tus ideas, tus reflexiones, tus gustos e incluso tus amigos (dime con quién te juntas…) han sido más que dignos de ser seguidos.

No me equivoqué en mi premonitorio comentario de que ibas a unir varios géneros literarios, pues tu forma de escribir no tiene nada que ver con lo que había leído hasta ahora. Tu estilo literario no es el más habitual en este tipo de escritura periodística de investigación (por lo menos según mi experiencia). La claridad que transmites, la fidelidad a la verdad que se intuye, unida a los testimonios de testigos y colaboradores dan un punto de credibilidad a tu discurso envidiables para cualquiera escritor/a y/o investigador/a.

Este libro tiene la habilidad de llegar a cualquier lector tanto iniciado, experto o ignorante del tema. Esta, probablemente sea, una de las más gratas sorpresas que me he llevado.

Además, el tono humorístico de ciertos pasajes es más que de agradecer, dado la dureza del libro al exponer la cruda realidad. En especial, la transcripción de los diálogos de la Cámara de los Comunes Británica es ampliamente carcajeable. Debo de añadir que me has enseñado un concepto que conocía pero que no sabía lo que significaba exactamente, “el humor inglés”. A los que pensábamos que el humor inglés era básicamente “Benny Hill” o “Mr. Bean” (Monty Payton aparte, claro) nos has dado una grata lección.

Citar en especial las “citas” de los “protagonistas”, pues son en sí mismas la prueba, a ciencia cierta, de la innegabilidad del fenómeno NWO. En sí solas dan suficiente valor a todos los que seguimos este “género literario” conspiracionista (o “ciencia ficción”, como diría mi padre). El uso que haces de ellas es superior; todos los escritores que he leído las emplean, pero tú has ido un paso más allá. Has sacado de la chistera algunas citas de estos “amigos”, que no conocían ni ellos mismos, pero que tu labor investigativa ha puesto en su merecido contexto, dando verosimilitud al mensaje y haciéndolo más claro.

Lo que has logrado con este libro es conseguir “despertar” a cualquiera que se atreva a leerlo. Abres todos los frentes posibles de planteamientos o de discernimiento y de DUDA, sin ofender a nadie en su religión, ideología, etc… Y como ya te dije, esto es lo más difícil que se le plantea a cualquiera investigador de la verdad, que se precie.


Al llegar a este punto, no estaba conforme con lo escrito, no me parecía suficiente. De modo que corrí a la librería y compré el libro para mi Madre (ella no lo quiere leer, pero cederá, ja, ja, ja).
Pasaron los días y no sabía que más ponerte…
Me subí al cerro más alto de mi pueblo y me hice la foto leyendo el libro cual Simeón el Estilita.
Pero, pasaron los días y no sabía que más ponerte…
Tantas ansias tenía de leérmelo que lo devoré de cuatro bocàos y me supo muy bien. Pero algo dentro de mí me decía que me podía dejar aún mejor sabor de boca.
Entonces lo supe.., ¡tengo que volver a leérmelo!
Esta vez, mientras lo devoraba, me paraba en aquellos pasajes que más me emocionaban y gustaban. Lo que quería gravar a fuego en mi conciencia.
Ahora sí que sé cómo acabar.

Sin duda, lo mejor que puedo decir, es que es “el libro que estaba deseando leer” (Obviamente lo mejor que he leído nunca).

No soy de vaticinar nada (pues siempre me he considerado “gafe” al respecto), pero como dijo Goucho Marx “haré una excepción”. Vas a conseguir un Best Seller que no te puedes ni imaginar. Te va a traducir a un puñado bien grande de idiomas (espero que también al ARAMEO –“effetá”-). Como diría un intimo amigo mío, “te vas a hartar”.

Este mensaje tiene que extenderse, y la mejor publicidad es el boca a boca. Cualquiera que lo haya leído deseará que los demás también lo lean, pero por puro altruismo. Sólo por desear a los demás un bien tan grande como el propio obtenido.

El salmón nada rió arriba para conseguir desovar, y lo hace…

Esta no va a ser la última vez que te lo digan..,
y es lo primero que te dije cuando lo acabé:

ENHORABUENA Y GRACIAS

P.D. Con lágrimas en los ojos».

Eduardo Otero

«Felicidades. Además de guapa, profesional sin miedo a los medios de comunicación tradicionales. Saludos desde México».

Elsa Canelón

«¡Enhorabuena Guerrera!
Te seguimos de muy cerquita y estamos con ansias de leer tu trabajo investigativo. Gracias por ponerle tanta energía al conocimiento y divulgación de la verdad de muchas cosas que hasta ahora escondían del publico esos que se llaman a sí mismos los “amos del poder”. En el Universo la única constante es que todo cambia y se transforma, y los ciclos del poder de estas organizaciones secretas también tienen sus días contados gracias a la “conciencia colectiva” y a personas como tú que mantienen la información al día. Un abrazo».

Antonio Segura Molina

«¡Hola! Acabo de terminar de leer “PERDIDOS”. Muy interesante. Da que pensar. Gracias por tu trabajo».

Jesús Larena

«Enhorabuena a @crismartinj por su libro #Perdidos@MRediciones. Valiente, bien escrito y un placer para su lectura… Ah, y, además, actual».

Diego Espinosa

«Como siempre me gusta ver lo positivo de todo; hoy por una huelga de trenes en la región de Cataluña perdí el avión de la mañana a Sevilla, compré mi nuevo billete para 10 horas mas tarde. En este tiempo me esta dando mucho tiempo de trabajar pero también terminé el libro de Cristina Martín Jiménez, Perdidos.

Tengo que decir que el trabajo que tiene detrás de investigación creo que será muy grande.

El libro me ha gustado, sobre todo porque te hace pensar; de esta forma es como mejor podemos salir de cualquier situación difícil, que se nos presente en nuestra vida. Cuando pueda intentaré asistir a alguna charla.

Comprar el libro esta muy bien, felicidades Cristina».

Francisco Javier Vidal Calalá

«Creo que vamos bien, internet de momento es imparable y se conocerán las verdades, el Club Bilderberg esta en boca de todos.
Tus libros son fantásticos, amenos, comprensibles y fáciles de leer.
Lo importante es saber y conocer, formarse continuamente y después trasmitir el conocimiento.
Gracias por tus libros.
León Felipe no es mi poeta preferido pero “la insignia” es fundamental, ¿habéis hablado ya todos?».

David Larré

«Acabo de terminar el libro, me ha resultado revelador, esclarecedor, en ocasiones brutal (el documento de la guerra tranquila es brutal) y emotivo en su “alegato” final. Escrito con sencillez para facilitar la comprensión de una idea que nuestro propio miedo nos puede hacer rechazar pero que no por ello deja de ser verdad. Enhorabuena y gracias».

Raquel Pérez López

«Lo primero de todo “felicidades” por el libro; engancha, se lee solo. Hay cosas que me han sorprendido, como los informes en una fotocopiadora: ¿no los pondrían ahí para que alguien los encontrara?; también lo de Kennedy, lo tenía como uno de los malos y ahora entiendo el asesinato y todas las teorías. Lo que más me ha gustado, a parte del contenido, es como lo has expuesto (pero era de esperar, eres escritora jaja) , y lo mejor el final; ahora se que siempre he hecho lo correcto jajaja. La gran pregunta es, ¿habrá un próximo?, espero que sea más de parapsicología, paranormal, telepatía, que el Club Bilderberg está bien, pero lo otro es mejor jajaja (para mí).

¿Sabes lo que si me he dado cuenta en todos estos años?, que las personas son muy fácil de manipular y de controlar, como dijiste, son zombies. En fin, una pena que no tengan la cabeza tan dura como yo».

Pilar Gutiérrez de la Chica

«Hace unos cinco o seis años que conozco el “fenómeno” Bilderberg. Fue, casualmente, escuchando una emisora de radio antes de dormir; el programa estaba empezado, así que pude obtener poquísima información, aunque la suficiente para que despertara mi curiosidad. Me quedé con el nombre del club, y al día siguiente busqué en Internet. Di con unas informaciones de Daniel Estulin que me parecieron en un principio interesantes, por lo que me compré uno de los libros que tiene editados. Francamente me pareció una fantasía de este señor, aunque daba datos y sacaba fotocopias de ciertos documentos, pero a mí mucha de esa información me sonaba a sensacionalismo, así que dejé de interesarme por el material que proporciona este señor, e “investigué” por mi cuenta por si encontraba otras cosas sobre el tema en la red, que es, como todos sabemos, donde se encuentra todo. Entonces me topé con una entrevista ya antigua de Cristina, la leí con detenimiento, y me pareció que era bastante más rigurosa en sus apreciaciones que el señor Estulin. Pero aun así recelé, porque me pareció una persona muy joven para que se dedicara a fondo sobre cuestiones tan peliagudas como ésta. No encontré en las librerías ninguna publicación suya, así que seguí buscando por el mismo medio. Luego tuve la suerte de encontrarla en Facebook, le pedí amistad, la aceptó y llevamos cosa de un par de años que de vez en cuando cambiamos alguna impresión. A través de este medio, y aunque hasta ayer nunca nos habíamos visto, empecé a creer más y más en ella, me entusiasmó su personalidad porque me parecía –me sigue pareciendo- una persona muy valiosa; digo una persona, no una periodista, aunque después de haberla conocido como escritora, tengo que decir que me parece valiosa tanto en su faceta profesional como en la personal. Ayer tuve la suerte de conocerla personalmente en la presentación de su último libro, PERDIDOS, y me ratifico en la opinión que tenía formada sobre ella. Incluso me sorprendió gratamente en su alocución, porque esperaba más tecnicismo, más… cómo diría yo… Tal vez la esperaba más en su papel de persona que está metida en un proyecto francamente importante, del que puede sentirse justamente orgullosa. Sin embargo me encontré con una persona simpática, alegre, sencilla hasta la candidez. Nos hablaba a toda aquella gente que llenábamos la sala del Ateneo sevillano como si hablara con cada uno de nosotros, con toda la naturalidad, con toda la espontaneidad del mundo. Gracias, querida Cristina, por tus preciosas informaciones, por iluminarnos en el camino a seguir y por ser como eres. También quiero agradecer las palabras de quien presentó el libro, don Emilio Carrillo, y las del Presidente del Ateneo, que siento mucho no recordar ahorma mismo su nombre y apellidos».

Mónica de los Santos

«Aunque llegué tarde, he podido disfrutar de un buen ratito y sentirme orgullosa de ti. ¡Pero qué grande eres! Y me quedo con una frase tuya de esta noche: “sonreír, sed felices…eso es también una forma de rebeldía”. No cambies nunca, amiga. Un abrazo. Y qué orgullosos tus padres han debido de sentirse hoy de ti».

Mari Ángeles García

«Leer PERDIDOS me da mucho ánimo para seguir luchando ahora que sabemos quién es el enemigo, jeje. Sigue así y ojalá seamos muchos los que empecemos a hacer algo para impedir que esta gentuza consiga lo que quieren. Mucha suerte».