Como ya sabes, el viernes hice doblete. Primero di una conferencia sobre el poder real en el I Congreso de Infoxicación celebrado en la Universidad de Sevilla. Y de ahí, salí literalmente corriendo hasta Wabi Sabi Shop&Gallery, para encontrarme con mis lectores y firmarles  su ejemplar de “Perdidos, ¿quién maneja los hilos del poder? Los Planes Secretos del Club Bilderberg”.

Mientras atravesaba Sevilla, conquistada completamente por el frío otoñal, comenzó a llover. A esta ciudad la invade el caos con tan solo cuatro gotas de agua, por ello, llegué a Wabi Sabi algunos minutos después de las ocho de la tarde, la hora concertada. María López Vergara, propietaria de tan magnífico espacio de arte, me comentó que hubo quien estuvo esperándome y se marchó sin llevarse su “Perdidos” firmado.

Yo solo puedo disculparme con las personas que estuvieron esperándome unos minutos. Lo siento. Siempre que hablo del Club Bilderberg ocurre algo nefasto, inesperado, algo que se sale del guión. Un oredenador que no funciona, un vídeo que no se carga cuando solo un segundo antes no presentó problema alguno. Imagino que los demonios se retuercen cuando saco a relucir la verdad. Pero es destapada, y no oculta, donde debe estar. Ese es su lugar. Esa es mi tarea.

Entre otros, estuvieron conmigo esa tarde fría e inhóspita mis amigos Germán y Javi, excelentes fotógrafos, dos grandes artistas a los que tengo que agradecerles su apoyo incondicional.

Cuando delante tienes a un amigo para firmarle un ejemplar de tu libro, a las palabras les cuesta salir. Se quedan atragantadas en tu interior y hay que darles su tiempo. Las palabras son muy protagonistas, les gusta hacerse las importantes. Cuando más las necesitas más se hacen de rogar. A veces me ponen nerviosa… pero no puedo vivir sin ellas. ¿Qué haría una escritora sin palabras? Nada. Me costó un rato de silencio hasta que las atraje hasta la pluma. Y de ahí al papel ya fue todo rodado. La recompensa fue que a Germán y Javi les gustó mi  dedicatoria. Se merecen palabras bellas. Esas son las más complicadas y hay que ser muy pacientes con ellas. ¡Uff!

También estuvieron Juan y Reyes. Fue una gran sorpresa. Charlamos un buen rato después de que compraran allí mismo su ejemplar de “Perdidos” y se lo llevaran dedicado. Con Juan he hablado mucho por Facebook y mail, pero era la primera vez que nos veíamos. Él dirigía una revista en la que colaboré en varias ocasiones. ¡Pero no nos conocíamos! Juan, eres más simpático en persona. Y más guapo. Internet es frío. Tú eres cálido, como Reyes. Sois una pareja estupenda.

Muchos fuisteis los que pasasteis Wabi Sabi, un lugar ideal para charlar, reír y emocionarse en mitad de tanto colorido y arte. Entre ellos, los dos que el otro día hicieron que se me saltaran las lágrimas en la entrevista en el programa La Solución Óptima de Neo FM, Raquel y Manuel. Me dejáis sin palabras. Que ya sabéis que estas salen de casa solo cuando les apetece, no cuando la escritora quiere. Por cierto, que rara salgo en la foto y que estupendos estáis vosotros.

Aprovecho para agradecer a todos los que quisisteis vuestro libro firmado. Muchas gracias por vuestras palabras de apoyo y de ánimos para seguir destapando y dando a conocer temas tan delicados y relevantes como son el Club Bilderberg y los amos del mundo.

Y especialmente gracias a María y Manolo por prepararme ese escritorio tan bello en Wabi Sabi, un lugar especial en Sevilla, donde el viernes pude reunirme con tantos amigos.

Un beso a todos.

PD: Si aún no conocéis Wabi Sabi no sabéis lo que os estáis perdiendo (nunca mejor dicho). María os espera en la calle Viriato, 9.